Nombre científico de la bardana: Arctium lappa L.
Partes a usar: Toda la planta.
En medicina popular, de la bardana se utilizan las hojas, raíces y semillas. Se estima que las raíces son depurativas, tienen efecto laxante, diurético, diaforético, antirreumático, antibiótico, además de estimular el apetito.
Pueden emplearse en forma de compresas para tratar abscesos, psoriasis y la fase descamativa del eczema.
Las hojas poseen un efecto laxante suave, diurético y depurativo; las semillas sirven para prevenir la fiebre, reducir los niveles sanguíneos de azúcar y son también antiinflamatorias, antibacterianas, relajantes, demulcentes y tónicas; toda la planta se usa contra quistes y tumores.
En fitoterapia es muy utilizada como drenador renal, hepático, pancreático y cutáneo.
Los rizomas y raíces se desentierran en otoño del primer año, o en la primavera siguiente cuando aparecen las flores. Las hojas se cosechan antes o durante la floración temprana, y las semillas cuando maduran en verano tardío.
En países como Japón, las raíces son muy apreciadas como verdura alimenticia siendo cultivada con frecuencia. Previo al momento de la floración, los tallos pueden hervirse y ser consumidos; de igual modo la raíz, luego de ser picada y hervida.
Usos tradicionales de la bardana:
a) Uso interno: Trastornos reumáticos, digestión difícil, retención de líquido.
- La infusión se prepara con 1 cucharada de hojas para 1 litro de agua recién hervida:
- La decocción (cocimiento) se prepara con 1 cucharada de raíz y tallo picado o triturado en 1 litro de agua fría que se deja reposar algunas horas y luego se hierve no más de 5 minutos y al final se cuela:
b) Uso externo:
Enfermedades de la piel (heridas, úlceras y psoriasis), hemorroides.
- La misma infusión para uso externo en forma de compresas o lavados.
Fuente: Ministerio de salud de Chile.